martes, 27 de marzo de 2012

La claustrofobia en blanco y negro


Muchos de los periodistas estadounidenses que intentaban informar sobre la realidad y  el apogeo de la injusticia, proyectaban introspectivamente la frase de Edward R. Murrow al final de cada emisión: ‘Good night, and good luck’ desde una perspectiva algo distinta a la de la mayoría de los televidentes:

Un ‘Buenas noches’ esperando a que el día siguiente no hubiesen sido denunciados por los ‘cazadores de brujas’ de McCarthy o simplemente invitados a abandonar su puesto de trabajo. Un ‘Buena suerte’ porque el futuro era incierto, y suerte, era uno de los factores que había que tener para pasar desapercibido en un mar de caos en el que podrías salir entre elogios dependiendo del medio, o ser criticado hasta hundir tu carrera. Clooney no olvida sus orígenes, nos presenta un film en el que aparece una CBS sumida en el dilema de la objetividad y la censura. El dilema de la integridad periodística, del criterio a la hora de informar. El dilema de si caer en las garras del halcón de la publicidad se considera periodismo de rigor. Se intenta poner precio a la libertad de expresión y no se consigue, o al menos, no totalmente.

Un buen pulso con la cámara, guión, jazz y nicotina, hacen de esta película una buena oda a la reflexión, la invitación perfecta para describir los entresijos de la presión que ejerce la maquinaria política, con unos engranajes estudiados meticulosamente. En la que las réplicas y las contrarréplicas constituyen el pilar base de la trama. Una trama que también exalta de manera semejante a la realidad la figura de Murrow en su confrontación con McCarthy por sus métodos falsarios, alarmistas, basados en medias verdades, acusaciones de testigos sin identificar, condenas de personas por sus hipotéticos y nunca comprobados ideales, la vejación de la libertad de expresión y de pensamiento, la infracción de las garantías constitucionales de los ciudadanos y otras extravagancias impropias de un país apodado por sí mismo como “La tierra de la libertad y las oportunidades”. Libertad: la que te permitía el Comité de Actividades Antiestadounidenses. Oportunidades: no demasiadas teniendo en cuenta que la subjetividad estaba comprada y su dueño no tenía pensado desprenderse de ella tan fácilmente.

El tiro a Clooney le acaba saliendo bastante bien en una guerra desatada por el mismo arsenal de siempre. Intenta denunciar una guerra ocurrida bajo tiempos pasados, pero  no  alejados de los tiempos actuales. Una guerra que se sigue librando y  que no ha cambiado en absoluto.





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